Las nuevas temporadas traen consigo cambios en el tejido que nos ponemos y en demasiadas ocasiones creemos que algunos no abrigan lo suficiente, es así como en muchos momentos dejamos de llevar un pañuelo muy fino.

Cada vez que llega el frío empezamos a abrazar los tejidos gruesos, sin más miramiento que tener en cuenta si es fino o grueso y en función de ello, creemos que el que gana es el tejido gordo. 

Nada más lejos de la realidad. Algo que deberíamos tener en cuenta, es si el tipo de tejido que nos vamos a colocar sobre la piel es natural o sintético.

Valorar por encima del resto un hilo natural como la seda es un factor determinante para poder encajar una prenda en todas las temporadas que se te presenten. Y muy especialmente si hablamos de los fulares.

En estos momentos las tendencias hablan por sí solas sobre los textiles y sus composiciones. Estamos en un momento magnífico a la hora de poder obtener la información necesaria acerca de las características más adecuadas en todo este sector que tan ávido está en encontrar nuevas fórmulas que mimen nuestra piel y nos permitan cubrimos con las prendas que necesitemos, independientemente de la temperatura que exista en el exterior. 

La investigación acerca de los futuros hilos para confeccionar nuestra ropa, se van centrando cada vez más, en los hilos más finos y ligeros y por lo mismo, hoy por hoy, el pañuelo muy fino recobra todo el glamour y utilidad necesario para no perder el foco que precisaremos siempre y poder cubrir grandes necesidades con pequeños gestos.

En todas las pasarelas los hemos visto y los seguiremos viendo. Las grandes tendencias demandan prendas que se adapten a las diversas ocasiones que tenemos a lo largo del día o de la noche y la otra parte de este fantástico cuadrante lo forman las capas.

Cada vez tenemos menos prendas con exclusividad de las temporadas estivales o invernales. La atemporalidad de nuestros armarios se convierte en una necesidad imperiosa. Estar preocupada por saber el día que va a hacer, para posteriormente decidir que nos ponemos, está pasando a la historia.

Yo siempre digo que, “existen las prendas del frío, frío, las del calor, calor y el resto es todo entretiempo". De hecho, todas recordaremos como, hasta hace no mucho tiempo, ver a alguien con una manga sisa y por debajo otra prenda era algo que nos chocaba e incluso espantaba. Menos mal que la evolución textil se aplica y nos lo pone todo mucho más fácil.

Facilitarnos las cosas a través de la moda y divertirnos a través de las tendencias es una forma de actualizarse y evolucionar con los tiempos. No nos ponemos lo mismo que hace diez años. Lo mezclamos, combinamos prendas vintage con otras más actuales y todo esto nos enseña a estar más vivas, activas y sin el aburrimiento como orden del día.

El genio de la lámpara textil es un talento tan abstracto como inspirador que nos inunda de propuestas genuinas, nos permite jugar con la imagen e invita a entablar un código en el vestir del que sacaríamos muchísimos detalles, y con uno de los que más se han ocupado y a la vez menos cambios a tenido es el pañuelo muy fino, ese que nos ponemos tanto en el cuello, como en la cabeza o colgado de un bolso y ese mismo que sigue estando dispuesto a dejarse querer por las incondicionales que temporada tras temporada seguimos preparadas para lucirlo.


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