Cómo poner pañuelos de seda en el cuello, creo que es una de las preguntas más recurridas que es posible te hayas echo en los últimos años. Al menos, de una forma diferente y bonita. Si eres de las que evita ponerse fulares de seda porque siempre le resbalan o no eres capaz de dar ese toque rápido que siempre necesitas. O sencillamente, aún no sabías de las magnificas cualidades de estas ecológicas fibras.

Aprendernos el ABC de los fulares y pañuelos, es una constante que debes aplicar y practicar, hasta que tus propias creaciones y estilo, sean capaces de innovar con la misma alegría que jugar e inventar. Y créeme, es sencillo, posible y será tu mejor herramienta.

La siguiente forma que hoy vamos a practicar, nos va a permitir centrarnos en las vueltas y nudos. Con estas opciones podrás saber cómo poner y usar los pañuelos de seda para el cuello sin que se resbalen o cambien su forma. Con estos delicados ganadores de estilo, y dos simples gestos, lo tendrás todo bajo control.

Como siempre, mi consejo son los de gran tamaño. Ellos permiten el control total sobre las formas, especialmente te gusta lucir este complemento, además de cubrir tu garganta, como acto de protección a temperaturas bajas.

Si es un foulard cuadrado grande lo usaremos en diagonal y si es rectangular, lo usaremos en todo su esplendor más largo. Éstos últimos son mis preferidos. Realizar con ellos efectos sorprendentes es cuestión de dejarse llevar. Y sí, aquí el tamaño importa y mucho.

Es importante que te pares delante de un espejo y elabores los pasos con calma, una vez realizado el primero, ya lo tendrás todo mucho mejor entendido y los demás movimientos, ya serán fluidos e intuitivos.

Lo siguiente será dejar caer a partes iguales tu lienzo sobre el pecho, darás una vuelta sobre el cuello y vuelves a igualar sus dos extremos. Esta parte debe realizarse en orden para evitar confundirse, después será un detalle que te dará igual y quedará bien siempre.

Ahora comienza con uno de los extremos, enróscalo suavemente sobre el que está cubriendo el cuello hasta que el final de la punta no tenga más que envolver. Cuando acabes, déjalo ahí, ya te ocuparás de él. Haz lo mismo con la otra punta del fular, pero en esta ocasión, en sentido contrario. Piensa que cuando los dos extremos se toquen, habrá que hacer un nudo, y sólo si los atornillaste en sentido de arriba abajo una punta y de abajo arriba la otra, podrás hacer el nudito u otro acabado original.

Si ya está todo el tejido girado o atornillado sobre sí, es el momento de dar más o menos holgura a las vueltas. Esto va a depender del tipo de cuello que tengas o la temperatura ambiente. En cualquier caso, a la hora de cómo poner pañuelos de seda en el cuello, sobre lo que queremos influir ahora, es sobre su forma, los grosores van a depender de tu deseo, nada más. Puedes convertirlo en una gargantilla de seda o un estilo de pañoleta cuello. Esto no tendrá una sola propuesta. Con la misma fórmula puedes hacer muchas variables y combinables. Y hablando de variantes, nos quedan por rematar los extremos. Te aconsejo que primero hagas un nudo de una sola vuelta, en cuanto tengas claro que ese será el largo de las puntas, ya puedes rematar con otro nudo. No debiera de quedar más de entre 5 o 10 cm. Aunque esta es una decisión personal, el efecto pretende ser un acabado de efecto flor. Por lo que, si lo respetas, al final puedes abrir ligeramente esas puntitas, como si fueran los pétalos de tu creación.

Tanto si lo colocas en el centro de tu pecho, como si lo pones de lado e incluso reforzado con un broche, nadie dudará del efecto elegante y original de tu nuevo complemento.


Tags: fulares
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