Los pañuelos cuadros tienen muchísimos seguidores y grandes aficionados y no me extraña, tener la oportunidad de conocer pequeños detalles de las obras de grandes maestros, mientras lo llevas puesto, tiene un hilván magnífico.

Hace un tiempo en uno de esos viajes que hago para buscar prendas, complementos y accesorios con una mínima dosis de originalidad y que se diferencien, al menos un poquito, de lo que otros ofrecen y así no aburrirnos unos a otros, encontré, como ya comenté en alguna ocasión, una empresa dedicada exclusivamente a diseñar y decorar todo tipo de lienzos. Me impactó gratamente ver cómo eran de creativos y sabían, con rápida destreza, crear auténticas obras de arte sobre la seda, que es exclusivamente en lo que están especializados.

Vivimos un momento fascinante en cuanto a la capacidad que tenemos de conocer grandes historias, el sistema online facilita mucho todo esto y si aprendes a utilizar bien todo lo que se facilita, eres multimillonaria en información, capacidad para comparar, buscar libremente todo lo que quieras saber sobre el tema que se te ocurre en ese momento y salir rapidísimamente de dudas, en fin, un gustazo.

Como muchísimas de vosotras sabréis, tanto en la tienda física como a través de nuestra tienda online, los fulares que traemos son en su mayoría dibujos y estampaciones con creaciones no vistas en otros lugares. Nos hipnotizan y captan nuestra atención con apenas advertir su presencia. Es fabuloso, todas hacemos lo mismo y el siguiente paso es escoger uno. 

Uf, algo difícil que nos pasa a todas. Elegir.

Pero como en esto de la moda y las tendencias, si hay algo imprescindible, es no aburrirse, siempre estoy en, “búsqueda y captura de tesoros que nos sorprendan”. 

Esta temporada una de las perlitas que me han sorprendido, al igual que a vosotras, han sido los pañuelos cuadros. 

Alguno de los que ya tenía en stock, celebre de Van Gogh. Los Girasoles, La Noche Estrellada o alguna de las últimas adquisiciones El Dormitorio, Lirios o Almendro en Flor. Llevar puesto un fular con un cuadro de uno de los principales exponentes del postimpresionismo es un lujo. 

Los artistas contemporáneos también nos enamoraron con esas nuevas arquitecturas entre estructuras y colores que de forma tan llamativa querían desprenderse de las antiguas características y de las manifestaciones artísticas provenientes de los siglos pasados. 

Y un nuevo artista se ha incorporado a este pequeño rincón del arte y la seda, Gustav Klimt. Su estilo se movió entre el Simbolismo y el Art Nouveau. Muchos de ellos calificados en su época de “pornográfica”, deja exhausta de placer al ver el magnífico colorido y curvas en muchas de las obras a la mujer en la que se inspira. Con él nos hemos traído La Virgen, Las Vírgenes o La Joven, Iglesia en Cassone, El Árbol de la Vida y El Abrazo. 

Todos ellos nos conquistan por las técnicas de sus autores y todas coincidimos también en un pequeño gran detalle, el arte estampado en seda natural es impresionante. 

Por supuesto los estampados con cachemir, estilos amplios como los mandalas o los grandes florales seguirán existiendo, entre otros, en nuestro jardín del deseo, de la seda y el arte. 


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