Grande, suave y acogedor, los pañuelos largos son complementos imprescindibles para todas las mujeres. 

Es perfecto para cualquier outfit de otoño o invierno y si lo que realmente quieres es dar un estilo elegante y chic al look, sin apenas esfuerzo, es lo mejor que puedes decidir.

Tanto si te pones unos jeans, como si decides llevar un vestido, los fulares largos se verán siempre como una suma apetecible y con muchas recompensas.

Lo bueno de esto es que también contamos con fuentes de inspiración con las que siempre resulta más fácil completar o consultar para la imagen que necesitas o quieres en cada ocasión y cada vez lo desees, propongas maneras diferentes de llevarlos puestos. Pudiendo tener la alternativa que nos proporciona la moda, que es la de jugar cuando te vistes, yo diría que las expectativas son siempre muy altas y el coste prácticamente cero.

Ahora mismo, y aprovechando esta nueva tendencia de llevar pañuelo largos al cuello con grandes lazadas, es el momentos de inspirarte. Seguro que sabes hacer un lazo perfectamente, pero por si acaso, repasamos algunos pequeños detalles.

Lo primero que debes hacer es ordenar todas las puntas de tu bonito foulard. Voy a insistirte mucho en ello, ordena el comienzo y ajusta la pieza. Ten en cuenta que cuando ya hayas practicado unas cuantas veces el orden, practicar algo parecido con un ligero desorden te puede llegar a dar resultados fantásticos. Pero, para ello, lo primero que tienes que hacer, es comenzar a practicar con un orden establecido. Ya tendrás tiempo de innovar.

Una vez ordenadas, ya nos situamos alrededor del cuello. Una vuelta o dos como máximo, ya que debemos dejar gran parte de sus extremos largos para el gran lazo.

Un primer nudo y lo siguiente hacer las dos orejitas con un largo o ancho que tu ya tengas decidido y un nudo otra vez. No lo aprietes, déjalo ligeramente con holgura para trabajarlo. 

Lo probable es que te quede un poco descompuesto de cómo lo habías ejecutado al principio. No desesperes, todo va bien.

Aunque no te lo creas, lo más difícil ya lo has hecho. Ahora toca retocar el largo y ancho que nosotras queremos. Manipula a gusto y sólo ten en cuenta un detalle, cada vez que muevas un poquito una de las orejitas, porque la quieres más corta o más larga, con la otra mano, al ajustarla, aguanta ligeramente el nudo. Así podrás modificar el tamaño las veces que quieras sin que tengas que empezar desde el principio.

Aunque hayas decidido desde un inicio un tamaño determinado, recuerda algo muy importante, “la mejor manera de mantener el control es aprender a ser flexible”. Por eso, aunque al comienzo te decidieras por una forma o tamaño, estar ahora enfrente del espejo dirigiendo este juego de la moda, te va a ayudar a entender mejor. 

Tu ojo es el elemento que también va a contribuir a decidir el tamaño que te parece más idóneo, de cómo te puede quedar mejor con el look que escogiste.

Ten en cuenta también que lo mejor es practicar con todo el outfit que has decidido ponerte. Tener en cuenta los factores del resto de las prendas que van componer tu imagen final, son una medida perfecta con la que debes contar para ayudarte mucho, muy bien y muchísimo más fácil.

Vas a ser una adelantada de este truco muy rápidamente con los pañuelos largos. Ponte con ello, la recompensa es maravillosamente brutal. 



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