Llegan fechas especiales y las expectativas son altas. Una fecha señalada, fiestas que todos los años nos recuerdan que necesitamos vestidos cortos juveniles elegantes para verse bien, dar una imagen renovada y hacer terapia con la moda, al fin y al cabo, de eso se trata, de divertirnos.

A lo largo de la historia del vestido y la moda, seguro que recuerdas en más de una ocasión, recurrir a un modelo básico, recto, con una o dos pinzas delanteras y otras tantas traseras. Podía ser con la parte de abajo recta o algo entubada. Con manga larga o de sisa, daba igual, recordarás haberte puesto alguno con estas características en más de una ocasión.

Es un clásico que siempre funciona, pero ¿qué pasa si queremos algo diferente y que nos favorezca igualmente? Dudas entre comprarte alguno de los modelos que ya tienes en el armario, y piensas, “yo se que ese corte a mí me favorece”. 

Así que una vez más acabas yendo de compras probando vestidos cortos juveniles y elegantes, porque son estilos que también te gustan, pero el que te acabas llevando a casa es un modelo parecido a uno que ya tuviste, solo que en otro color o estampado.

Sabíamos que estábamos adecuadas para ese momento y la prenda, con poco bien que estuviera confeccionada ya sentaba mínimamente. Así salíamos de una espiral que no era otra, que acabar con más de lo mismo puesto. 

Es una escena que se repite bastante a menudo. Es cierto, y siempre digo, que ante la duda lo mejor para asegurar es lo que ya sabemos que nos funciona. Esto es indiscutible. El razonamiento no está mal.

¿Pero, y si puede estar mejor? ¿Y si te pruebas algún modelo de esos que te gustan mucho y te encantan? Yo te diría que adelante.

Existen formas en las prendas que nos pueden favorecer magníficamente y actualizan a partes iguales. Y una dosis de reencuentro contigo misma, pero con un paso adelante. Es una sensación fantástica. Insisto y repito, la moda es imagen y muy especialmente juego.

Y para ayudarte a dar pasos y a los que les saques provecho, vamos a centrarnos en alguna confección que tienes disponible y que te va a dar muchas alegrías.

El plisado, aunque te parezca que entramos en un túnel sin luz y sin salida, te diré que para nada se corresponde con la realidad.

Hoy por hoy los plisados nada tienen que ver con antaño. La confección de este estilo de prenda no sólo es una fabulosa tendencia que renueva el armario de una manera mágica, es que las confecciones de estas pequeñas tablas en su gran mayoría, y si la confección está cuidada, no solo no afecta al volumen, si no que, todo lo contrario, estiliza como no lo hubieras ni imaginado.

Así que, por ejemplo, uno de los vestidos cortos juveniles y elegantes que te puedes probar es alguno con la parte de la falda plisada. No te va a marcar nada, es una línea coqueta, muy actual, estiliza y al movimiento aporta un estilo chic genial. En la tienda encontrarás algunos que tienen todas las características que le exigimos a estas prendas. 



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