Si existe algún complemento o accesorio que marca una gran diferencia, son los pañuelos largos para el cuello con los que tanto hemos practicado y con los que seguiremos la estela de tendencias que nos ilumina la moda. Reinventarse con estos gladiadores del glamour es un placer al que siempre estaremos dispuestas a prestar toda la atención que se merecen. 

Los fulares de mayor longitud son los que nos permiten jugar con más alcance de acción y facilitan muchos más looks con los que mezclar o aportar una dosis de estilo fácil y rápido. Si te apetece repasar o, quién sabe si aprender, algunos nuevos tips con los que dar un radiante giro lleno de chispa y dinamismo, hoy vamos a hacer un pequeño y eficaz recorrido por un par de ideas que, de no conocerlas, te recomiendo pongas atención. La probabilidad de acabar enamorada y utilizándola, créeme, es muy alta.

Imagina que eres una mujer que, derivado de las alergias provocadas por diferentes factores, todo lo que es de metal, no puedes ponértelo porque te provocaría una alergia. O puedes ser una de tantas mujeres que los pesos en el cuello, son un inconveniente que no puedes aguantar ni dos minutos, ya que al rato tendrías un dolor en las cervicales que no te dejaría disfrutar del resto de la jornada. Aquí es donde entran en juego los pañuelos largos para el cuello a modo de gargantilla. Presta atención y no pierdas detalle.

Las fórmulas de las que podemos echar mano son unas cuantas y, por propia experiencia tengo que decir que soy fan de los foulares de seda natural grandes, los resultados son inspiradores y llenos de miradas agradecidas de nuevas maneras de ponerlo sobre el cuello.

No es necesario hacer un máster sobre el tema, lo curioso de estos lienzos, es que es extremadamente fácil, hacerse con nuevas opciones sin que suponga una dedicación que no vaya más allá de un par de minutos. 

Para ello una de las formas empezará por colocarlo sobre su mitad, una vez que dispones de ella sobre tu mano da un par de vueltas sobre cuello y escote. Deja caer un radio tan amplio como te apetezca que sea tu gargantilla de seda, aunque no demasiado, piensa que todo tiene un límite y estamos hablando de llegar a hacer un collar corto.

A partir de esto, debes empezar a enroscar uno de los lados sobre parte del circulo que has hecho. Y si un extremo va enroscado en una dirección, el otro debe ser, al contrario. Observarás que según lo que aprietes la vuelta, quedará con mayor holgura o más comprimido. Es una cuestión de gustos, apetencias o sencillamente más adecuado, según las prendas que lleves o el escote de las mismas.

Una vez tengas totalmente envuelto tu pañuelo largo para el cuello, como si fuera un tornillo, y llegues al final, deja sus pequeños extremos, que te recuerdo deben ir en dirección contrario del otro y el broche lo ponemos precisamente con un par de nudos. Ya sabes, el primer nudo es imprescindible y el segundo, fija totalmente el tejido y evita que se mueva o desate. El último toque a tu look será coger esas puntitas que te han quedado y hacer el efecto de abrirlas como si fuera una flor. Puedes llevar esa flor hacia un lado o centrado, una vez más lo que te apetezca. Y si no quisieras este efecto final, también puedes liar estas puntas y entretejerlas con las ya dadas y presentar un estilo sencillo.

Un último truco con este último, consiste en utilizar alguna cadena y darle algún que otro giro sobre la parte más baja. El efecto de esta combinación es tremendamente atractivo. Si no lo has hecho todavía, anímate y luce bonito para un día o noche diferente y si te animas por los estampados, mucho mejor.



Tags: fulares
Bolsos Prácticos Y Modernos
Las tendencias lo saben, lo tienen muy claro, una mujer nunca se ha dejado intimidar por la reinvención....
Vestidos Casuales De Moda
Otra de las fórmulas magistrales que nos deparan las tendencias y que te recomiendo sitúes en un lugar de honor....