El estilo puede ser una de las cosas más codiciadas del mundo, curiosamente eso dependerá de la información y de la práctica, así  que con los trucos para ponerse pañuelos de seda nos vamos a poner manos a la obra, ya.

Últimamente no estás muy por la labor de pararte muy poco con tu look, bien sea por falta de tiempo o es un momento malo en tu vida que sólo estás deseando que pase ya, y por lo mismo, no te paras lo suficiente con tu imagen, con la esperanza de que incluso se pueda pasar más rápido. Nada funciona así.

Si los compromisos laborales o personales se nos hacen un poco, o mucho, cuesta arriba y consideras que por ello tienes la excusa perfecta para no arreglarte o apenas hacerlo, tendrás delante de ti un problema del siguiente nivel.

La falta de motivación por multitud de razones, no hace falta explicar, deducimos perfectamente, es una de las opciones que nos lleva muchas veces a no pararnos y mimar un poquito nuestra imagen. Es un eslabón que se rompe en algún momento y que cuesta recuperar.

Para esas situaciones por las que todas pasamos y otras en las que simplemente necesitemos  un pequeño impulso de cambio, pero en el que la inversión del tiempo debe ser corta y la entrada de ganancias sea múltiple, lo mejor que puedes hacer es poner en práctica trucos para ponerte pañuelos de seda.

Los foulares son, como bien sabes, el viejo truco más usado, recomendado y con más opciones del universo textil. ¿Por qué no pensar en él cada vez que tenemos una dificultad y necesitamos formidables resultados?

Recuerda que el mimo que te das a ti, te será devuelto multiplicado. La terapia del color y de la sintonía del cuidado personal, influyen directamente sobre nuestra energía vital. 

Una de las claves para que todo esto funcione bien, es la elegancia que proporciona un fular, y por favor, que sea de seda natural y si es estampado, mejor que mejor.

Recrear un estilismo bonito, diferente y actual, es muy fácil y rápido con este tipo de complemento.

Uno de los mejores trucos para ponerse pañuelos de seda es echar mano del estilo parisino. Son de los más fáciles de practicar. Vestirte con prendas básicas y darle un toque con un lienzo, bien sea en el cuello, el bolso o en la coleta o la cabeza, son rápidos y fáciles.

El parisian chic, contribuyó a entender que el carácter aparentemente desaliñado, “el descuidado cuidado”, era una opción más de estilo para todas aquellas mujeres que no querían o decidieron, por ejemplo, no maquillarse, no ponerse unos tacones que siempre se asociaba a, “la elegancia” o pasando por la incorporación de básicos de todo tipo en los armarios y convertirlos en un elemento chic y apetecible. Y como no,  los fulares fueron también uno de ellos.

De todos estos nuevos conceptos de la moda que muchas mujeres fueron incorporando, por tenerse en cuenta a ellas mismas, por sus necesidades o por sus apetencias, todas nos nutrimos y por lo mismo,  lo vamos a seguir haciendo.



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