Los vestidos de diferentes colores que estarán de moda este otoño – invierno y que nos devolverán la pasión por las estaciones nostálgicas y románticas. 

Cada vez que damos paso a la nueva temporada se reinicia una especie de nueva energía que nos llama a curiosear nuevamente, con la ilusión de una niña, que siempre es muy bueno, para averiguar qué tipo de formas, color, en definitiva tendencias que harán que suspiremos una vez más por nuevas y restauradas inyecciones de placer visual con las que daremos paso a la nueva creación de nuestro armario. 

Empezamos por un gran emperador, el blanco roto. Es un gran subestimado y a la vez “el gran necesario”. Nos ayuda a tejer con hilo conductor como se encajan casi todas la tonalidades que deseamos añadir a nuestra imagen, bien sean por separado o mezclando nuevas opciones cromáticas. Es un gran vencedor y  a la vez, “el gran discreto”. Su pureza, luz y equilibrio tiene el peso suficiente para tenerlo siempre en cuenta.

Una de las mezclas que personalmente me parecen increíbles y a la vez poco vistas es la mezcla de un blanco roto con un color estridente. También es verdad que para ello se necesitaría un pequeño elemento más, o dos, pero eso ya sería una asesoría de imagen personalizada y no debo adentrarme en generalizaciones que pueden llegar a confundir. Sobre todo porque lo pretendido es que tengas en cuenta nuevas mezclas y te acostumbres, “entrenes tu mente”, para desarrollar la capacidad de hacer combinaciones por ti misma.

Otro de ellos es el marrón. Seguro que te has dado cuenta de la cantidad de prendas que usan esta temporada este tono y por supuesto los vestidos de diferentes colores no iban a dejarlo a un lado o no tenerlo en cuenta. 

Para todas las que somos aficionadas a un color fetiche como el negro, por muchas razones, pero una de gran peso, es la capacidad que tiene para estilizar la figura. Pues bien, el marrón se encuentra entre nuestros “segundos preferidos”. Tiene un alma también discreta, y está dispuesto a estilizar tanto como su colega más oscuro. Este color tiene un componente, como todas bien sabemos, de uno de los tonos de la naturaleza, los matices tierra. Y a partir de aquí es por donde quiero que empieces a imaginar la infinidad de combinaciones a las que puede dar lugar un pigmento tan versátil.

Este otoño – invierno he tenido en cuenta estas gamas, tanto como he podido. De hecho una de las prendas escogidas en las que estos dos tintes llevan bien impreso sus referencias, van mezclados además con pequeñas notas de naranja – teja y amarillo – ocre. 

Entre las dos opciones cromáticas añadidas aportan una dosis extra de energía y calidez que añadida a los anteriores, forman una mezcla tan entretenida, como llena de armonía y con una sensación de paz que apetece sentir. 

También hay que tener en cuenta, que en una gran parte de las ocasiones “no hay dos sin tres”, y los vestidos de diferentes colores no iban a ser menos. En este caso en concreto y ya que hablamos de nostalgia, paz y romanticismo, no está nada, pero que nada mal, dar una chispa nada fugaz que forme un relámpago de ingenio que no deje indiferente. Hablo en concreto de los volantes, un corto por la rodilla, bueno un poquito más arriba, pero compensado con un largo frac. De esos que son más largos en la parte trasera y así compensan los cortos delanteros. De esta forma al caminar daremos pasos en los que se insinúa sensualidad enseñando muy poco. Y por supuesto nombrar un escote en pico con efecto cruzado es como bien sabes, sinónimo de figura más estilizada y elegancia. 

Piensa en tu modelo para esta temporada, pruébate prendas que te inspiren y saquen lo mejor de ti.



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